DEVUELVEME EL RETABLO DE MI MADRE

En el año 1956 este retablo de la escuela Ribereña y perteneciente a la parroquia de Nuestra Señora de Asunción de Tubilla del Lago, de Burgos, fue trasladado a la iglesia de Santa Bárbara de Llaranes, Avilés, Asturias.
Dicen que el párroco lo vendió para hacer mejoras en la iglesia tubillana con el dinero obtenido de su venta.





¿De quien es el retablo de una iglesia?
¿Del primero que lo pida?, ¿Del Arzobispado correspondiente?
¿Del cura del pueblo?
¿O será del pueblo?

No puede haber ninguna duda.Todo lo que está en la iglesia es del pueblo. Vale, excepto el cura.
Han sido siglos de pequeñas o grandes aportaciones a la iglesia, de ver pasar curas distintos por la parroquia, de cuidar del enorme patrimonio religioso, o simplemente, aunque no se pise la iglesia, de estar ahí, en el pueblo. La iglesia y todas sus pertenencias son del pueblo.
No vale, por tanto, que algún cura haya vendido patrimonio eclesial, ni siquiera para hacer mejoras, retejar, comprar bancos nuevos, pintar la sacristia o comprar un nuevo confesionario. Eso en el mejor de los casos, pues dicen las malas lenguas que en alguna ocasión el beneficiario de la "compra" ha sido la sobrina del cura, el anticuario catalán, o el coleccionista yankee de antiguedades. ¡Ja! Y algún que otro robo más que dudoso, echándole las culpas a Erik el belga.




Esta maravilla es el retablo del pueblo del Tañabueyes.


El 3 de febrero de 1988, argumentando que la iglesia parroquial de Tañabueyes no reunía condiciones para su conservación, el Arzobispado de Burgos trasladó y entregó en depósito para su restauración el retablo de Santa Eulalia de Mérida a la iglesia de San Esteban, donde se instaló posteriormente el Museo Diocesano. No se tuvo entonces en cuenta la opinión de los vecinos de esta junta vecinal, perteneciente al Ayuntamiento de Tinieblas. Transcurrido 23 años, siguen sin ser tenidos en cuenta por las autoridades diocesanas, que han decidido instalar dicho retablo en el altar mayor de la iglesia de San Martín de Porres, en la capital burgalesa, donde será consagrado por el Arzobispo.
Los vecinos, tanto los que viven en el pueblos, como otros que residen fuera, están «indignados» con esta nueva decisión que consideran arbitraria y están dispuestos a defender, incluso si hace falta por la vía judicial, el derecho que creen les asiste de que el retablo de Santa Eulalia regrese a su lugar de origen, que no es otro que la iglesia de la localidad.

La Junta Vecinal de Tañabueyes, localidad perteneciente al Ayuntamiento de Tinieblas, reclamará por vía judicial la devolución a su parroquia del retablo de Santa Eulalia de Mérida que ya forma parte del nuevo presbiterio de la iglesia de San Martín de Porres, en la capital burgalesa, donde fue consagrado junto a otras obras realizadas en el templo en una solemne celebración presidida por el arzobispo, Francisco Gil Hellín y repleta de fieles.

El prelado y el resto de sacerdotes oficiantes fueron increpados por un centenar de vecinos de Tañabueyes que con silbidos, pancartas y gritos reclamaban la devolución del retablo a la iglesia de la que se salió en febrero de 1988 para su restauración en la iglesia de San Esteban, posterior sede del Museo Diocesano, donde quedó en depósito.
Ante unos atónitos fieles, los vecinos del pueblo serrano, a quienes acompañaban otros de localidades vecinas y miembros de la Asociación Tierra de Lara, lograron entrar en un buen número a la iglesia cuando la comitiva sacerdotal se encaminaba hacia el altar. Fueron los momentos de más tensión, y cuando se oyeron gritos de «¡ladrones!», «¡Arzobispo sí, caciques no!», «¡el retablo es nuestro!» o «¡el retablo a Tañabueyes!». La Policía tuvo que intervenir e, incluso, hubo forcejeos. Finalmente, se logró que la mayoría abandonara el templo y se cerraron las puertas a cal y canto. Unos pocos vecinos se quedaron dentro y permanecieron durante la eucaristía con recortes de periódicos con la información sobre el retablo y carteles reivindicativos en alto, pero en completo silencio. Apenas se permitió entrar o salir a alguien durante la hora y media larga que duró la ceremonia.
Durante la homilía, Gil Hellín se refirió a las obras realizadas en el templo y al nuevo retablo expresando su deseo de que sean el centro de la parroquia y lugar de congregación de la gran familia cristiana «que es la comunidad de San Martín de Porres», añadió. Solo hizo una pequeña referencia al retablo de Santa Eulalia para decir que queda en depósito en esa parroquia. Los manifestantes permanecieron en el exterior, y al acabar la ceremonia, volvieron con su silbidos y gritos a reclamar su retablo.
El pueblo de Tañabueyes dejó claro que no se va a rendir y que acudirá a los tribunales. En los próximos días se celebrará un pleno municipal para adoptar ese acuerdo y reiterar el malestar de los vecinos por la decisión de sacar el retablo del Museo Diocesano e instalarlo en la iglesia de San Martín. «Cuando estaba allí era un mal menor,pero si lo quitan, que lo devuelvan a su lugar de origen».El retablo se daba en depósito para su restauración pero la propiedad la mantenía la parroquia.



...Y si quieres te quedas con todo lo demás. Decía una canción de la Pradera, y ahora repiten los 17 vecinos que quedan en Tañabueyes.
¿Serán capaces de conservar tan valioso patrimonio en la iglesia de su pueblo?

Los tubillanos también reclamamos la devolución de nuestro estupendo retablo que jamás debió de salir del pueblo.Estará a buen recaudo.