Conversación del Rey con un economista.
Habla el Rey:
España está llegando a unos límites que parece dispuesta a caer en un precipicio sin retorno, así es que he decidido tomar las riendas del poder y ser un rey que reine.
Por tanto, he decidido que hay que evitar este caos. En primer lugar quiero que el pueblo conozca los fondos que recibe la Casa Real del Erario público, vender mis yates suntuosos, abandonar el Palacio Real e irme vivir con toda la familia a una residencia más normalita, vendiendo la Zarzuela y el Palacio de mi hijo, el príncipe Felipe, y con lo que se recaude disminuir en parte el déficit financiero del Estado.
También quiero eliminar al Senado, porque he comprobado que trabajan poco y suponen un gasto absurdo. Deseo que se estudie por competentes jurídicos la forma de cambiar la Constitución que se ha quedado obsoleta y que no haya en el Congreso esa cantidad de diputados que muchos de ellos no hacen nada más que calentar el lujoso y costoso asiento. Propongo que cada provincia española tenga 2 diputados y además las que pasen de 100 municipios se les agregara 4 más y las que pasen de 5, otros tres y al resto se les añadirán 1. El resto de los diputados dejarán de serlo y que se reingresen a sus puestos de trabajo anterior.
Pero Señor,dijo el economista al Rey, existen bastantes diputados que no tienen carrera alguna e irían a engrosar las listas del paro.
También he pensado en ello, bastante han sacado de ser diputado sin merecerlo. Que trabajen en su antiguo destino. Y también quiero que cada diputado demuestre los bienes que tenía antes y después de serlo y que se termine con eso de pensiones vitalicias.
¡Ah! otra cosa nada de visas a los diputados. Si tienen que hacer viajes, siempre que sean por motivos de su cargo, el Congreso les dará un billete para el tren y mensualmente darán cuenta al Congreso de lo viajes efectuados para conocer el estado de la ciudad, pueblo o aldea de su circunscripción y naturalmente nadie, pero nadie utilizará aviones militares para su desplazamiento, solo el Ministro de Defensa y en caso de emergencia.
Por cierto todos los ministros deberán poseer y haber ejercido una carrera que tenga que ver con su ministerio. Así el de Sanidad deberá ser un competente médico, el de Obras Públicas o Fomento un Ingeniero de caminos, el de Defensa naturalmente un marino, aviador o del ejército de tierra. Y ahora, lo más gordo. La Policía Armada y la Guardia Civil deberán cobrar igual o más que las policías autonómicas ya que para ello son los que más luchan por la seguridad del pueblo y se encargaran de los indignados. Si como dicen no hay trabajo para ellos, la Policía, la Guardia Civil y sobre todo la Unidad Militar de Emergencias los transportará y obligará a trabajar en la reconstrucción de Lorca, pagándoles lo mismo que a un obrero por cuenta del Estado.
Por cierto, en el Estado español se eliminará el pagar a los partidos políticos y a los Sindicatos, ¡que los sostengan sus afiliados!, así el Estado se ahorrará una buena cantidad de euros. Y toda aquella ciudad, pueblo, villa o aldea que no tenga puesta la Bandera de España escoltada por la de la Región en la Alcaldía, verá destituida a esa corporación. Se prohibirá todos los partidos políticos afines o con ideas similares al separatismo o terrorismo.
Y como ha hecho Francia, se expulsará a todos los emigrantes que no estén legalizados, obligando a los legales que acaten las leyes españolas prohibiéndoseles que lleven las mujeres el pañuelo o el velo en la cara, pues si los españoles en sus países tenemos que descalzarnos en las mezquitas, siguiendo sus leyes, ellos deben acatar las nuestras y desde luego se prohibirán los partidos políticos islamistas.
Los Ayuntamientos y Comunidades darán las máximas facilidades a las pequeñas empresas para que estas den trabajo para disminuir el paro.
Deseo que me estudie cómo volver a que las comunidades sean provincias bajo mando de gobernadores o representantes del Estado con lo cual evitaríamos la cantidad de reinos de taifas que hay en España, y con el ello el despilfarro que supone tener tantos consejeros, presidentes de Comunidad y miles de administrativos por regla general elegidos por amistades con el Presidente.
Quiero también que sea yo efectivamente el Jefe de las Fuerzas Armadas y no solo para los desfiles. El Ministro de Defensa se dirigirá directamente a mí, porque no quiero Altos Mandos muy afines a los políticos de turno. Y ahora vamos a empezar a trabajar para cambiar España.
En ese momento, sonó el despertador
